A su lado, de Francisco Urondo
No serán muertos los pasos del amor; vacío vino al mundo, tibio aún por el viento que lo aposentaba tan deliciosamente.
View ArticleEl poema de Norma, de Agustín Labrada Aguilera
He cruzado esta isla como fiesta de pobre y creo en sus prodigios, pero toda la angustia cae dormida a mis ojos y no llego a decir más que la noche.
View ArticleNuestro amor en el arco iris, de José María Hinojosa
Nuestros cabellos flotan en la curva del aire y en la curva del agua flota un barco pirata que lleva en su cubierta entre cercos de brea tus miradas de ámbar y el ámbar de tus manos.
View ArticleEl poeta y la esposa, de Julio Iraheta Santos
Mira mis ojos, esposa. Mira cómo te copian todo el día. De la cocina a la pila despilfarras aliento. Haces cuentas del sueldo que no tienes. Piensas en la leche de los niños. Cambias pañales a la vida...
View ArticleAmara yo el olvido, de Giovanni Quessep
Felicidad en ruinas Lo que han visto mis ojos Volver al tiempo amado Ya fugitiva música del polvo
View ArticleNo la amante, de Bernardo Ortiz de Montellano
No la amante, el amor. La singladura de la noche que arrastra fuego frío por las venas del sueño, poderío de la encendida palidez oscura.
View ArticleEstar enamorado, de Francisco Luis Bernárdez
Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida. Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa.
View ArticleEl silencio de unos ojos, de Fabio Fiallo
Qué me dicen tus dulces ojos negros, tan cargados de sombras, ¡oh, adorada! que en la noche me basta su recuerdo para llenar mi corazón de lágrimas.
View ArticleRimas- XI, de Rubén Darío
Voy a confiarte, amada, uno de los secretos que más me martirizan.
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